jueves, 13 de diciembre de 2007

Bienvenidos


Bienvenidos a este espacio dedicado a la Revolución Industrial, mediante el cual lograremos conocer sus causas y comprender sus consecuencias.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Revolución Industrial


La Revolución Industrial consistió en un conjunto de profundas transformaciones que supusieron el paso de una economía agraria y rural a otra industrializada y urbana.
Estas transformaciones fueron posibles gracias a la aplicación de nuevas máquinas y métodos de trabajo.
La Revolución industrial supuso el desarrollo de una nueva economía, lo que unido a las revoluciones liberales y burguesas producidas también en esta época nos permiten decir que con ellas se inicia una nueva etapa en la Historia de la humanidad.

Revolución Industrial

Industralización

Causas de la Revolución Industrial

Causas de la Revolución Industrial

La revolución industrial es considerada como el mayor cambio tecnológico socioeconómico y cultural de la historia, ocurrido entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, que comenzó en el Reino Unido y se expandió por el resto del mundo. En aquel tiempo la economía basada en el trabajo manual fue sustituida por otra dominada por la industria y la introducción de maquinaria.
La revolución empezó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos de hierro. La expansión del comercio aumentó por la mejoría de las rutas y, posteriormente, por el ferrocarril. La introducción de la máquina de vapor y una poderosa maquinaria favorecieron los drásticos incrementos en la capacidad de producción. El desarrollo de maquinaria en las dos primeras décadas del siglo XIX facilitó la manufactura para una mayor producción de artefactos utilizados en otras industrias.
Las causas de la revolución industrial son complejas, algunos historiadores las ven como el momento en el que se dejaron atrás los cambios sociales e institucionales surgidos en el fin de la etapa feudal británica después de la guerra civil inglesa en el siglo XVII Como los controles fronterizos se hicieron más efectivos, la propagación de enfermedades disminuyó previniendo epidemias como las ocurridas en tiempos anteriores. La revolución agrícola británica hizo además eficiente la producción de alimentos con menos trabajo intensivo, incentivando a la población que no podía encontrar trabajos agrícolas a tomar empleos relacionados con la industria, originando un movimiento migratorio desde el campo a las ciudades, así como un nuevo desarrollo en las fábricas. La expansión colonial del siglo XVII acompañada del desarrollo del comercio internacional, la creación de mercados financieros y la acumulación de capital son considerados factores influyentes, como también lo fue la revolución científica del siglo XVII. La presencia de un mayor mercado doméstico debería también ser considerada como un catalizador de la revolución industrial, explicando particularmente porqué ocurrió en el Reino Unido. En otras naciones como Francia, los mercados estaban circunscritos a regiones locales, lo que frecuentemente imponía altas tarifas en las mercancías comercializadas entre ellas.
La invención de la maquina de vapor fue una de las más importantes innovaciones de la revolución industrial. En el siglo XVIII la industria textil aprovechó el poder del vapor de agua para el funcionamiento de algunas máquinas que utilizaba. Estas textiles se convirtieron en el modelo de organización del trabajo humano en las fábricas. Además de la introducción de la maquinaria, la cadena de montaje contribuyó mucho en la eficiencia de las fábricas. Con una serie de trabajadores realizando una misma tarea en la elaboración de un producto a medio terminar a los siguientes trabajadores para que estos a su vez efectuaran otra tarea específica sobre éste, la cantidad de mercancía producida se incrementó significativamente.
Los efectos de la revolución industrial se esparcieron alrededor de Europa occidental y América del norte durante el siglo XIX, eventualmente afectando a la mayor parte del mundo. El impacto de este cambio en la sociedad fue enorme y frecuentemente comparado con el de la Revolución Neolítica (6000 años antes), cuando el arado hizo posible el desarrollo de la agricultura.
Las causas se pueden resumir en los siguientes puntos:
· Factores políticos
· Factores sociales y económicos
· Factores geográficos

Factores políticos

Factores políticos


Un régimen político estable, la monarquía liberal, que desde el siglo XVII es el sistema político imperante (mientras en otros países de Europa se refuerza la monarquía absoluta), y que se mantiene libre de las revoluciones que aquejan a otros países europeos.
Las numerosas guerras en las que se vio envuelto el Reino Unido durante los siglos XVIII y XIX no provocaron daños en territorio británico. La insularidad actuó en este sentido como una barrera de protección a la que se unía el desarrollo de una poderosa flota de guerra que mantendrá su hegemonía mundial durante los siglos XVIII y XIX.
La existencia de una moneda estable y un sistema bancario organizado: el Banco de Inglaterra fue creado ya en 1694. Estas condiciones no se darán en otros países europeos hasta finales del siglo XVIII.

Factores geográficos

Factores geográficos.



Abundancia de hierro y, sobre todo, de carbón. El hierro se encontraba en los Montes Peninos, mientras que el carbón abundaba tanto en Inglaterra como en Gales y Escocia. De hecho, después de tres siglos de explotación, Gran Bretaña sigue teniendo enormes reservas de carbón. En las proximidades de las minas de carbón se concentrará gran parte del potencial industrial británico en especial con el nacimiento de una fuerte industria siderúrgica básica para proporcionar metales baratos para la construcción de máquinas, ferrocarriles, infraestructuras...
Fácil y constante suministro de agua como fuente de energía, pues el clima, lluvioso, superando de promedio los 1.000 mm anuales y sin estación seca, proporciona corrientes de agua numerosas y constantes. La energía hidráulica desempeñará un importante papel en los años previos a la difusión de la máquina de vapor.
El factor insular: abundancia de puertos que facilitan el comercio nacional e internacional. Este factor unido a la existencia de muchos ríos navegables (y canales que se construirán) favoreció la creación muy temprana de un mercado nacional con las ventajas que supone contar con un mercado de gran tamaño a la hora de acometer inversiones.

Factores sociales y económicos

Factores sociales y económicos


Abundancia de capitales, procedentes, en parte, del dominio comercial británico, pues desde el siglo XVII la marina mercante británica en dura competencia con los holandeses se ha hecho con el control de buena parte de los intercambios comerciales de otros continentes con Europa. El comercio de productos como el te o el tabaco, y el tráfico de esclavos, había permitido la creación de enormes fortunas, en manos de comerciantes y banqueros. Este comercio colonial proporcionaba a Gran Bretaña materias primas y mercados donde vender sus productos manufacturados.
Incremento sostenido de la capacidad para producir alimentos por parte de la agricultura británica que está conociendo un importante desarrollo, la denominada revolución agraria, desde la aprobación de leyes que permiten el cercamiento de las propiedades.
Existencia de una abundante mano de obra. La población británica crece a gran ritmo a causa fundamentalmente de los cambios en la agricultura: el suministro constante y creciente de alimentos va terminando con las crisis demográficas. Parte de esa población en crecimiento emigrará a las ciudades y formará la masa de los trabajadores industriales.
La mayor libertad económica a causa de la debilidad relativa con respecto a otros países de organismos como los gremios que suponían un freno a cualquier innovación en las actividades industriales. No es casual que fuese un británico, el escocés Adam Smith, autor de La Riqueza de las Naciones, quien hiciese la más destacada e influyente defensa de la libertad económica: para Adam Smith la mejor forma de emplear el capital para crear riqueza es aquella en la cual la intervención de los gobiernos es lo más reducida posible. La mano invisible del mercado asigna siempre de la forma más eficiente los recursos económicos de un país.
Abundancia de emprendedores entre los comerciantes y los grandes propietarios de tierra.
Una aristocracia que permite y premia las innovaciones y la creación de riqueza, en contraste con la nobleza de otros países, más tradicional, apegada a la tierra y que desprecia cualquier forma de trabajo productivo.
Menor peso de los impuestos al comercio en el mercado interno: en Gran Bretaña el peso de los impuestos interiores era muy reducido comparado con otros países europeos donde era muy común encontrarse aduanas interiores cada pocos kilómetros lo que convertía al comercio en una actividad poco productiva. Puede decirse que en Gran Bretaña existía ya un mercado nacional que en otros países sólo existirá cuando se eliminen las aduanas interiores y se cree una importante red de ferrocarriles.

Primera Revolución Industrial


Los descubrimientos científicos y tecnológicos del siglo XIX mejoraron considerablemente la calidad de vida de las personas, provocando una disminución de la mortalidad infantil y el incremento demográfico. El desarrollo de las nuevas tecnologías permitió que se multiplicaran las fábricas y las industrias, modificando la estructura económica de los países y favoreciendo la concentración de la población en las ciudades.
La invención de artefactos prodigiosos como el telégrafo, la bombilla eléctrica y las fotografías, hicieron albergar a la gente de la época una confianza ciega en el progreso, que parecía ser al hombre casi invencible.
También los cambios sociales fueron profundos, provocados por el paso paulatino de una civilización agrícola a una sociedad industrial- moderna.


Primera Revolución Industrial.



La carrera a la industrialización empezó en Inglaterra a finales del siglo XVIII y se extendió luego a Francia, Bélgica, Alemania Estados Unidos y el resto del mundo occidental.
La apertura de nuevas fábricas y la modernización de las ya existentes, necesitaron de mucha mano de obra, formada por los numerosos trabajadores agrícolas, que desde el campo se habían trasladado a las proximidades de las fábricas. A la rica burguesía formada por los empresarios en cuyas manos estaba el poder económico financiero y político, se contrapusieron la masa de obreros y trabajadores que en forma progresiva empezaron a reivindicar sus derechos, pidiendo el sufragio universal, la reglamentación del trabajo y la educación de los menores. No faltaron movimientos que estaban en contra de la mecanización del trabajo, sin embargo estas manifestaciones de protestas no lograron detener el desarrollo tecnológico.

Revolución Agrícola

REVOLUCIÓN AGRÍCOLA


A partir del primer tercio del siglo XVIII, los sistemas de explotación tradicional fueron modificándose como consecuencia de la aparición paulatina de innovaciones técnicas y de cambios en la distribución de la propiedad. Estas novedades se experimentaron por primera vez en el este de Inglaterra y se difundieron después a los países de mediterráneos, las innovaciones fueron más tardías y consistieron, en una mejora, diversificación y ampliación de los regadíos En la Europa septentrional, el barbecho fue sustituido por la rotación de cultivos complementarios. Los tubérculos (nabos, papas) y los forrajes (trébol), para alimentar el ganado, podían ser introducidos en las rotaciones sin agotar la tierra, intercalándose con el cereal, según el siguiente ciclo: trigo-nabos-cebada-trébol. De este modo, la tierra se regeneraba sin necesidad de dejar de producir.Junto con la papa, otros productos originarios de América, y ya conocidos con anterioridad, se difundieron en este periodo. Es el caso del maíz, empleado como forraje, o los pimientos, cultivados en huertas.

La invención de maquinas para este sector, además de traer consigo grandes controversias, facilitó el trabajo e incrementó la producción. Entre estos inventos se encuentra: la sembradora de Jethro Tull que permitía ahorrar semillas y mano de obra. La segadora de Mackormirck, tirada inicialmente por caballos, realizaba el trabajo equivalente de un elevado número de personas provistas de las tradicionales hoces y guadañas. La trilladora de Turner, quitaba el trabajo a decenas de jornaleros, separando eficazmente la paja del grano.

Industria del Hierro


INDUSTRIA DEL HIERRO


La aparición del ferrocarril y del barco de vapor estimuló extraordinariamente la demanda de hierro. La fabricación de vías, locomotoras, vagones y barcos disparó definitivamente la industria.
Su explotación masiva abarató el precio, con lo que se fue extendiendo para el uso doméstico (cocinas y calefacción).
La industria siderúrgica tenía caracteres más modernos que la textil a principios del siglo XVIII. Estaba concentrada en instalaciones que solía reunir la etapa de obtención de mineral y de carbón vegetal, la etapa de producción de hierro colado, la de afino y la de fabricación de barras y planchas. También era una industria más mecanizada donde trabajaban obreros asalariados.

La producción de hierro tuvo efectos de arrastre sobre otros sectores haciendo que éstos también crecieran. Arrastró, por tanto a la minería, a los transportes y a la construcción de máquinas. Aumentó el número de trabajadores en las minas y en las fábricas, impulsó la aparición de nuevas fábricas metalúrgicas, canales, ferrocarriles, puertos y astilleros.

Industria Textil


INDUSTRIA TEXTIL


La incorporación de máquinas a la producción sustituyó el trabajo manual y los tradicionales sistemas de fabricación por otros nuevos. El trabajo se trasladó desde los talleres artesanales con un reducido número de operarios a las fábricas.


En la primera revolución Industrial, la industria del algodón, pasó a ser la actividad principal en esta época. Incorporando diversas innovaciones a los procesos de tejido e hilado, desplazó en magnitud a la de la lana.
Hubo hechos que incentivaron esta situación. Entre ellos se puede destacar:

-La prohibición de importar telas de algodón de la India. principal competidora de Inglaterra.

-La existencia de grandes plantaciones de algodón en Norteamérica, explotadas en régimen esclavista que proporcionaban materia prima abundante y barata a las factorías inglesas.

-La inexistencia de reglamentaciones en el proceso productivo, lo que sin duda eliminaba las trabas que sufrían otras actividades.

Desarrollo Tecnológico

DESARROLLO TECNOLOGICO

Los inventos tecnológicos son las manifestaciones más llamativas de la revolución industrial.
En el espacio de unas pocas décadas se verificaron profundos cambios en el terreno de los transportes y las comunicaciones. El norteamericano Samuel Finley Breese Morse inventó en 1.835 el telégrafo, aplicando los principios del electromagnestismo a un código de transmisión por impulsos. Gracias a la creación de llamado “Alfabeto Morse” fue posible acelerar considerablemente la comunicación, logrando conectar incluso países de distintos continentes.
En 1.871 el italiano Meucci y en 1.876 el escocés Bell pusieron a punto el teléfono.
No menos importantes fueron los descubrimientos en el terreno agrícola. En 1.840 el químico alemán Liebig elaboró los primeros abonos artificiales, y seis años más tarde se descubrieron los anticriptogámicos para prevenir la proliferación de plantas nocivas en los cultivos.
Otra invención que tuvo gran éxito fue el daguerrotipo, osea, el primer sistema fotográfico, patentato en 1.839 por el francés Louis-Jacques Daguerre. Apurando la técnica fotográfica, los hermanos Lumière llevaron a cabo los primeros experimentos cinematográficos, que se dieron a conocer en 1.895.

El Ferrocarril

EL FERROCARRIL


En 1825 Stephenson aplicó la maquina de vapor capaz de desplazarse (locomotora) como fuerza de tracción para arrastrarestos vagones. que antes eran tirados por caballos y personas. La idea de desplazarse así por vía terrestre supuso la aparición del ferrocarril moderno, como medio de transporte para mercancía personas.

El ferrocarril permitía transportar materias pesadas con una rapidez antes impensable de 32 a 40 Km. La revolución de la velocidad acortó extraordinariamente el tiempo de los desplazamientos y permitió vertebrar el comercio interior, escasamente desarrollado hasta entonces. El volumen de los intercambios se multiplicó.

Crecimiento económico


CRECIMIENTO ECONÓMICO

El logro más importante de la Revolución Industrial fue que originó por primera vez en la historia un crecimiento económico sostenido. Este crecimiento es el resultado de la acción conjunta de cuatro factores.
· El crecimiento económico requiere una mano de obra abundante y con alto grado de formación y especialización en el trabajo.
· El crecimiento económico necesita de una constante reinversión de capital. Una parte de la renta nacional debe, pues, ahorrarse y reinvertirse para asegurar una mayor capacidad de producción.
· La incorporación de nuevas tecnologías contribuye de modo decisivo al crecimiento económico porque eleva la productividad del trabajo. Nuevas máquinas, movidas primero con energía hidráulica y luego con vapor, revolucionaron la productividad de los obreros textiles desde el siglo XVIII.
· El crecimiento económico requiere de instituciones que lo favorezcan. El Estado fomentó el crecimiento económico mediante inversiones de capital o promulgando leyes favorecedoras de las empresas capitalistas.
También las mentalidades y las costumbres deben de incluirse entre los factores del crecimiento, ya que pueden impedir o activar el crecimiento económico.

Revolución Demográfica


REVOLUCIÓN DEMOGRAFICA


El gran número de campesino que se trasladaba a las ciudades dio origen a una revolución demográfica. Este hecho fue incentivado por diversas situaciones. Entre ellas se destacan la mayor disponibilidad de alimentos y la erradica ción de a crisis de subsistencia propias de la “revolución industrial”, además de los avances higiénicos, sanitarios y médicos.

Como consecuencia de la revolución demográfica, se produjo un éxodo masivo de campesinos hacia las ciudades; el antiguo agricultor se convirtió en obrero industrial. La ciudad industrial aumentó su población como consecuencia del crecimiento natural de sus habitantes y por el arribo de este nuevo contingente humano. La carencia de habitaciones fue el primer problema que sufrió esta población marginada socialmente; debía vivir en espacios reducidos sin las mínimas condiciones, comodidades y condiciones de higiene. A ello se sumaban largas horas de trabajo, en las que participaban hombres, mujeres y niños que carecían de toda protección legal frente a los dueños de las fábricas o centros de producción.

La nueva organización social

La nueva organización social.

Una de las primeras consecuencias de la Revolución Industrial fue la demanda de mano de obra en las fábricas, lo que determinó el abandono de los campos y dio vida a flujos migratorios en dirección a las ciudades y países más industrializados. Esto dio lugar a la formación de grandes masas de trabajadores asalariados, obligados a realizar turnos de trabajo durísimos y a vivir en lugares malsanos. Era muy alto el número de niños y mujeres que trabajaban y recibían una paga inferior, ya que se les consideraba menos productivos. Esta clase social, que la ideología marxista denominó proletariado, empezó a tomar conciencia progresivamente de su estado y a organizarse en sindicatos y asociaciones de trabajadores para defender sus derechos.
Las primeras reformas tuvieron lugar en Inglaterra, que sirvió de ejemplo más adelanmte para los demás países europeos y Estados Unidos. En 1.833 se promulgó una ley que prohibía emplear a los niños menores de nueve años, mientras que en 1.848 se aprobó la ley de salud pública. Además, se emprendió el saneamiento de las ciudades, reducidas a metrópolis malsanas y caóticas, y se mejoró la construcción.

Conflictos Sociales

CONFLICTOS SOCIALES

Con la Revolución Industrial también crecen los conflictos sociales. A muchos capitalistas no les importaba que sus trabajadores, a veces niños de siete años, trabajaran 12 ó 14 horas por día en condiciones insalubres, con graves riesgos físicos. Su única preocupación era aumentar la producción al menor costo posible, es decir, pagando el salario más bajo que se pudiera, aprovechándose de la gran cantidad de desocupados que había. Esta situación de injusticia llevó a la aparición de los primeros sindicatos de trabajadores y de huelgas en demanda de aumentos de sueldo y de mejoras en las condiciones de trabajo. La unión de los trabajadores posibilitó la sanción de las primeras leyes protectoras de sus derechos y, consecuentemente, el mejoramiento progresivo de su calidad de vida.
Esta situación llevó a varios pensadores de la época a sostener que el enfrentamiento entre estos dos grupos sociales continuaría siendo ineludible y a la vez la condición básica para el surgimiento de una sociedad más igualitario.

La Segunda Revolución Industrial


La Segunda Revolución Industrial


Inicio: Año 1870

Fin: Año 1914



I) La caracterizan los siguientes rasgos:


- Cambios en demografía.
- El empleo de nuevas fuentes de energía
- El desarrollo de nuevos sectores de la producción
- Desarrollo de las comunicaciones.
- Cambios en la organización del trabajo
- Nuevas formas de capital empresarial
- La formación de un mercado de extensión mundial

Demografía

Demografía

En este aspecto el fenómeno más notable de la Segunda Revolución Industrial es el descenso de la natalidad ( fase III de la transición demográfica) en los países industrializados de Europa que ya habían experimentado la fase II durante la fase 1780-1850 (Inglaterra y Francia sobre todo). De esta forma se redujo el crecimiento vegetativo de población en estos países.
Sin embargo, otros países que accedieron a la Revolución Industrial algo más tarde pasaron a la fase II de la Transición Demográfica (Alemania, por ejemplo), por el descenso de la mortalidad. Esto supuso un enorme crecimiento de la población.
El espectacular crecimiento de la población norteamericana, en cambio, no se produjo por el crecimiento vegetativo sino por la inmigración de más de 50 millones de europeos, sobre todo. El crecimiento de la población en buena parte de Europa no fue acompañado por un desarrollo paralelo de la economía, por eso aumentó el paro, y muchos campesinos de Europa Meridional y del Este tuvieron que emigrar a Norteamérica.
Paralelamente, la gran demanda de mano de obra en Estados Unidos hizo que ese país se convirtiera en el principal punto de atracción de todas estas gentes. Por último los grandes
IES Fray Pedro de Urbina – Departamento de Geografía e Historia adelantos en los medios de transporte marítimo facilitaron dichos desplazamientos migratorios.
Volviendo a Europa, la agricultura ocupaba cada vez a menos población, y ésta se veía impelida a trasladarse a las ciudades que, durante esta época, crecieron de forma notable (éxodo rural). El enorme crecimiento de las ciudades europeas provocó un problema de caos y desorganización en éstas. De ahí que los urbanistas y planificadores urbanos tuvieran que emplearse a fondo para diseñar un crecimiento urbano ordenado y racional. Surgen así los ensanches de las ciudades europeas de la segunda mitad del siglo XIX, con grandes avenidas rectas que se cortan en ángulo recto (ejemplos: proyecto de
Haussman en París y de Cerdá en el Ensanche de Barcelona.
La agricultura ocupaba progresivamente a un porcentaje menor de la población activa, esto se produjo al aumentar la productividad por trabajador. Durante la primera
Revolución Industrial, los avances en la agricultura inglesa se habían producido, sobre todo, por una utilización más racional del suelo cultivable, por una mejora en las técnicas de cultivo y por la introducción de nuevas especies. Durante la Segunda Revolución Industrial fue más importante la mecanización y la utilización masiva de abonos y fertilizantes artificiales.
Otra característica de la Agricultura durante la Segunda Revolución Industrial fue la creación de un mercado agrícola mundial en el que amplias zonas del mundo se especializaron en la producción de ciertos productos agrícolas en función de la demanda de los países industrializados.
Estas nuevas zonas de producción agrícola fueron:
Los países nuevos: Australia, Sudáfrica, Argentina, y sobre todo, EEUU. Se trataba de territorios con inmensas tierras vírgenes muy productivas. Oleadas de agricultores europeos ocuparon estas nuevas tierras que gozaban de un clima semejante al suyo para reproducir en ellas sus cultivos y ganadería tradicionales (ganado vacuno en EEUU y Argentina, ganado ovino en Australia, cereales en EEUU, etc.). Dado que la mano de obra no era muy abundante en los Países Nuevos, fue necesario llevar a cabo una agricultura extensiva y muy mecanizada. Su producción era bastante barata, sobre todo, teniendo en cuenta que el desarrollo de sistemas de transporte y congelación de los alimentos permitió ponerlos a la venta en las principales concentraciones urbanas de los países industrializados a precios bastante asequibles.
La Agricultura de Plantación. Aunque ya existía, en el siglo XVIII, la Agricultura de Plantación experimentó un gran auge en la segunda mitad del siglo XIX.Este tipo de agricultura fue llevado a cabo por grandes empresas europeas que pusieron en cultivo tierras de países tropicales (de América del Sur, Asia y África), lugares idóneos por su clima para cultivar ciertos productos con una demanda de lujo o industrial (café, té, cacao, algodón, caucho, etc.). Para ello, las grandes empresas arrebataron sus tierras a los campesinos indígenas y después los utilizaron como mano de obra barata. La Agricultura de Plantación tuvo mucho que ver con el desarrollo del Colonialismo

Nuevas Energías

Nuevas Energías.

En el transcurso de la Primera Revolución Industrial la fuente de energía más importante fue el carbón y el medio de comunicación que más éxito tuvo desde 1830 fue el ferrocarril.
Durante la Segunda Revolución Industrial el carbón siguió siendo la fuente de energía más utilizada, sin embargo a ella se unieron ahora la electricidad y el petróleo.

a) Petróleo.

Su conocimiento era de hacía años, pero sus posibles aplicaciones se descubrieron luego de la segunda mitad del siglo XIX y de la mano del desarrollo de la industria química. Estas nuevas aplicaciones surgen como consecuencia de una demanda de nuevas máquinas. El primer pozo perforado apreció en Ohio (USA. 1859). No obstante, todo el crudo es inútil, industrialmente hablando, si sólo se queda en crudo. Así aparecen nuevos procesos que lo transforman en gasolina, gas, queroseno.
La producción de petróleo no está completa sin elementos que la usen; aparecen por ello y potenciados por la existencia de este combustible, los motores de explosión interna de gasolina, patentados por Daimler-Benz. Paralelamente, apoyándose en el petróleo, otro inventor Diesel creó el motor diesel (se empezó a utilizar masivamente en la flota de guerra británica a partir de 1900 puesto que el motor diesel daba más velocidad y autonomía a los barcos de guerra). Ambos motores irán sustituyendo, poco a poco, al carbón. Podemos ejemplificar, con el uso de las calderas, ya que era necesario un amplio grupo humano que la mantuviera en funcionamiento además de una gran cantidad de carbón, con el petróleo y su respectivo motor se usaba menor cantidad (un depósito) y menos personal, lo que incrementaba el ahorro.
Asimismo, a fines del siglo XIX se empezó a experimentar con los automóviles y con la aviación a principios del siglo XX. Ambos medios de comunicación no se masificaron hasta después de la Primera Guerra Mundial.
El uso masivo del petróleo y sus derivados tuvo una enorme repercusión económica y política, pues los europeos empezaron a utilizar una fuente de energía que no tenían en su propio territorio. Eso les impulsó a extender sus intereses comerciales y políticos a otros continentes donde hubiera petróleo (Colonialismo).
Sólo las grandes empresas pudieron explotar el petróleo por los cuantiosos gastos de prospección, extracción y refino. Por ello, desde el principio, el petróleo fue un oligopolio.

b) Electricidad.


Aparece junto al petróleo como fuente energética que suprime el vapor. Se venía trabajando en su fabricación a escala útil desde el s. XVIII. El gran problema era conseguir una forma para generarla en grandes cantidades; esto se solucionó al crear, en 1872, Gramne, la dinamo. Posteriormente a Edison se le ocurrió mover esa dínamo (como en la antigüedad) con los molinos de agua, creando en consecuencia, los embalses (futuras centrales eléctricas), el primero 1882 en Nueva York.
El siguiente problema era: ¿cómo transportarla? Se solucionó con Deprez, creador de la alta tensión. Las aplicaciones de la electricidad fueron casi infinitas, suplantando así, a las máquinas de vapor. Aparecen así nuevas utilidades pero que suponen revoluciones, como la revolución que supuso la creación de la bombilla de Edison(presentada en la exposición de París en 1881). Ésta, en un principio, sólo se destinaba a ser usada en los lugares públicos (en algunas familias muy ricas); pero su generalización cambió la manera de entender la vida y el trabajo, al liberar al hombre de la dependencia de los ciclos día/noche.
La electricidad también se aplicó en otros terrenos como en los medios de transporte urbano (aparición del metro), las telecomunicaciones (la telegrafía sin hilo de Graham Bell), el proceso de la electrólisis... Una de sus últimas aplicaciones fue la electricidad de uso doméstico, la cual introduciéndose poco a poco abrió muchos campos (lavadoras, termos...).
La industria de la electricidad se compone de dos partes bien definidas: por un lado la "industria de energía eléctrica" que produce y distribuye corriente, en la mayoría de los casos bajo el control del Estado. Por otro lado la "Industria electrotécnica" que realiza las instalaciones y construye aparatos y máquinas eléctricas. Esta última comenzó a desarrollarse a mediados del siglo XIX. En su primera fase la industria electrotécnica se dedicó a los equipos telegráficos, aparatos de señales y primeras construcciones de tranvías. La empresa alemana Siemens fundada en 1847 se destacó en este período y fue la primera en instalar un tren eléctrico. En la segunda fase se destacó un famoso inventor norteamericano Thomas Alva Edison.

El desarrollo de nuevos sectores de la producción

El desarrollo de nuevos sectores de la producción.

Frente a la industria textil y la siderúrgica, impulsores de la primera industrialización, surgen nuevos sectores punteros entre 1870 y 1914:

a) Industria Química:

La industria química conoció un primer desarrollo en la Primera Revolución Industrial, durante el transcurso de la segunda experimentó una expansión sin precedentes y encontrándose soluciones prácticamente para todos los campos de la producción.
La sosa se va a producir de manera rentable tras los descubrimientos del belga Solvay, éste hizo pasar amoniaco por agua salada, así se genera bicarbonato sódico susceptible de convertirse fácilmente en sosa; esto multiplicó la producción mundial de este producto.
Los colorantes artificiales van a sustituir a los colorantes naturales anteriores y se obtendrán de productos derivados de la hulla como el alquitrán y el benzol. La investigación en este campo fue muy intensa debido a la gran demanda de la industria textil y en menos de 20 años se encontraron sustitutos de todos los tintes naturales.
Los explosivos adquieren un gran desarrollo. La pólvora era el único conocido y estallaba por ignición (fuego), se van a descubrir nuevos explosivos químicos que estallan por percusión como la nitrocelulosa y la nitroglicerina, esta última del italiano Sobrero. En 1866 Alfred Nobel descubrió la dinamita, mezcla de nitroglicerina y un tipo de arcilla llamada Kieselguhr, esto generará una gran industria de explosivos; por cierto, este Nobel fue el que creó los premios que llevan su nombre. La dinamita tendría importantes aplicaciones en la minería y en el campo militar.
En el campo la demanda de fertilizantes dará lugar al desarrollo de los abonos químicos o fertilizantes sintéticos. Se van a elaborar superfosfatos y nitrato sódico, este último se elabora a partir de nitratos minerales procedentes sobre todo de Chile. Europa era la zona que más nitrato sódico consumía. Otros elementos minerales indispensables para las plantas también se sintetizaron químicamente como el abono de potasio.

b) Industria de los Metales

Desde 1850 se descubren nuevas aleaciones metálicas que tendrán una gran importancia en la industria y también nuevos metales.

El hierro y el acero.
El hierro seguía siendo el metal más utilizado y sobre él se van a aplicar importantes innovaciones. Thomas en 1878 inventó un sistema para explotar el hierro rico en fósforo, hasta entonces no se habían tenido en consideración estos yacimientos por el carácter quebradizo del metal. El procedimiento Siemens-Martin abarató la obtención de este mismo producto. Durante la I Revolución Industrial el hierro se aplicó casi exclusivamente al ferrocarril, ahora va a encontrar nuevas aplicaciones como la construcción y el armamento. En el terreno constructivo se van a levantar puentes en hierro, estaciones de trenes, mercados, monumentos como la Torre Eiffel en 1889, y sería la base para la construcción de los primeros rascacielos en Chicago al hacer estos edificios con una estructura de hierro.
El acero (aleación de hierro con una pequeña cantidad de carbono) era un metal muy caro de producir y su utilización se limitaba a escasos productos: cuchillería, aparatos de precisión... El panorama cambia al aparecer nuevos procedimientos como el convertidor de Bessemer en 1855 que permitió incrementar la producción de acero a un precio razonable. En el campo armamentístico se utilizará más el acero que el hierro, las nuevas aplicaciones pasan por la construcción de acorazados o submarinos totalmente revestidos de acero.
Otros metales.
Además del hierro y el acero aparecen otros metales que van a tener una gran trascendencia en el desarrollo industrial. Entre ellos destaca el aluminio metal muy ligero y resistente. Fue descubierto por Wökler en 1845 pero hasta 1886 no se generaliza, fue cuando Hall le aplicó el proceso de electrólisis. El níquel se usó principalmente para mezclarlo con el acero y lograr así el acero inoxidable. Al mezclarlo con el cobre se crea una aleación llamada alpaca que tendrá muchas aplicaciones en el campo doméstico. El cobre tendrá también una gran importancia, al perfeccionarse su producción se va a destinar, casi exclusivamente, a la industria eléctrica, o bien como conductor o bien como componente de los motores eléctricos. Por último el Zinc tendrá una cierta importancia ya que al mezclarse con el hierro detiene su oxidación.

c) Industria de los Alimentos.

Aparece en el último tercio del siglo XIX potenciado por los avances en transportes y la especialización en las producciones agrícolas. Las novedades en el tratamiento de metales permitirán utilizar aluminio en vez de hierro. El envase aparecerá de manos del francés Appert, quien crea unas latas higienizadas por dentro y cerradas herméticamente por fuera. Aparecen los frigoríficos industriales que van a permitir traer alimentos de otros países. Y aparecerá la leche condensada a través de procedimientos electrolíticos.





d) Industria Eléctrica.


Hay dos grandes apartados dentro de la industria eléctrica: la producción de electricidad y la fabricación de equipamiento eléctrico. En lo que se refiere a la producción de electricidad va ser tener, a priori, un campo muy a atractivo para la inversión de capitales, que ven en ella una gran fuente de beneficios (A.E.G, Phillips, General Electric). Esta industria es la que ayuda, con su demanda constante y creciente, a la siderurgia del cobre y del plomo.
La producción de energía eléctrica se encuentra zonificada. Las industrias son locales, cada una tiene su propia central eléctrica. Posteriormente, y siguiendo los procesos de concentración industrial en vigor en la época, las grandes empresas irán comprando todas las pequeñas empresas.
La aparición de la electricidad va a suponer un gran cambio en la ciudad y sobre todo en lo que se refiere a los transportes (tranvía). Con la electricidad aparece la radio, una radio de carácter local (suena en onda media) Con ello se permite a un cierto grupo social la información que nunca han podido saber por no poder leer.

Desarrollo de las comunicaciones.

Desarrollo de las comunicaciones.

El desarrollo de las comunicaciones será espectacular y su influencia será determinante para el desarrollo de la economía. Los principales avances que hemos venido estudiando se van a aplicar al mundo de los transportes.

a) Ferrocarril.

El ferrocarril siguió siendo el medio de comunicación terrestre más usado. Por lo que se siguieron construyendo vías férreas desde los lugares en los que se había originado (Europa Occidental, Noreste de los EEUU) hacia lugares más lejanos, creándose, de esa forma, las grandes redes transcontinentales de América del Norte (hacia 1870) y Eurasia (Transiberiano y Orient Express hacia 1900). Por otro lado, los europeos construyeron ferrocarriles en aquellas colonias de las que querían sacar materias primas (La India, por ejemplo). A mediados del siglo XIX también se empezó a construir la red de ferrocarriles española.
La financiación de estos ferrocarriles, construidos a escala mundial, fue por medio de las empresas de los países industrializados ya que ellas, de esa forma, obtendrían grandes beneficios
Además, contaron con la ayuda de los gobiernos de los países donde se construían que intentaban retirar los impedimentos legales o fiscales a dichas empresas, cuando no aportaban ellos mismo capitales.
Una gran importancia de los ferrocarriles fue la unión de zonas productoras con todo tipo de recursos agrícolas e industriales.
El tendido de la red ferroviaria significó, junto con la construcción naval, un impulso fundamental para la industria siderúrgica. Pudo servir para crear una industria en el propio país, o bien para avivar la de los países inversores.

b) Transporte Naval.

Otro punto importante es el desarrollo del transporte naval. Por un lado los clippers que llegaban hasta el Pacífico y Australia, supusieron el canto del cisne de la navegación a vela. Pero lo más importante fue la aplicación sistemática de las turbinas de vapor y el casco de metal a los barcos. Los transatlánticos, enormes buques de metal movidos por la fuerza del vapor, revolucionaron el tráfico de pasajeros y mercancías, especialmente entre Europa y Norteamérica, haciéndolo más rápido y barato.
Además, se debe considerar la construcción de canales estratégicamente situados que permitieron acortar distancias evitando largos rodeos. El más importante fue el de Suez (concluido en 1869 por el ingeniero Lesseps), construido con capital británico y francés y permitió evitar la circunnavegación de África para llegar hasta el Océano Indico. Esta ruta era vital para los británicos en su tráfico a la India. Lesseps también lo intentó con el Canal de Panamá, pero la construcción de éste, mucho más compleja, se retrasó hasta 1914. El Canal de Panamá facilitó las cosas para los EEUU que así podían conectar su costa atlántica y pacífica.

c) Avión.

El hombre ya había logrado conquistar el mar y la tierra, ¿por qué no intentarlo con el cielo? En 1900 Zeppelin realizó las primeras experiencias con el dirigible, nave que permitiría el transporte de pasajeros. Los hermanos Orville y Wilbur Wrihght, mecánicos de bicicletas, realizaron el primer avión con motor y hélices y el primer vuelo controlado en diciembre de 1903 (12 segundos duró) y el segundo en 1908 con un vuelo de tres horas. Estas experiencias fueron continuadas por Alberto Santos Dumont y Luis Blériot y se iniciaron, entonces, los primeros vuelos y servicios regulares. En 1914 se recorrió una distancia de 1.021 kilómetros en casi 21 horas a una velocidad de 203,85 kilómetros por hora y una altura de 6.228 metros.


d) El automóvil.
Hasta mediados del siglo existían ciertos vehículos propulsados por vapor. Sin embargo, eran peligrosos, demasiado pesados y lentos (aproximadamente 4 kilómetros por hora).
En 1884, los alemanes Daimler y Maybach inventaron el motor de gasolina, mucho más liviano que el anterior, y al año siguiente Daimler y Benz, fabricaron el automóvil. A partir de entonces la industria automotriz creció y se desarrolló cambiando el aspecto y la atmósfera de las ciudades hasta alcanzar el nivel y la importancia de los que gozan en nuestros días. Esto favoreció también el mejoramiento de caminos y puentes. El tránsito en las ciudades se vio innovado por la aparición del tranvía.

Cambios en la organización del trabajo.

Cambios en la organización del trabajo.

La complejidad de las nuevas empresas y de los procesos de producción impusieron en esta segunda fase de la Revolución Industrial nuevos sistemas de organización del trabajo, destacando:

a) Taylorismo.




Busca la organización científica del proceso productivo de la empresa mediante la especialización, la estandarización, a fin de reducir costes de producción.
Este sistema divide las distintas tareas del proceso de producción y que trae consigo el aislamiento del trabajador y la imposición de un salario proporcional al valor que añaden al proceso productivo. Fue un método iniciado por Frederick Taylor cuyo fin era aumentar la productividad y evitar el control del obrero en los tiempos de producción con el deseo de aprovechar al máximo el potencial productivo de la industria.
Taylor hizo un estudio con la el objetivo de eliminar los movimientos inútiles y establecer por medio de cronómetros el tiempo necesario para realizar cada tarea específica. A este método se lo llamó organización científica del trabajo. El sistema de Taylor bajó los costos de producción porque se tenían que pagar menos salarios, las empresas incluso llegaron a pagar menos dinero por cada pieza para que los obreros se diesen más prisa. Para funcionase correctamente era imprescindible que los trabajadores estuvieran supervisados y así surgió un grupo especial de empleados, que se encargaba de la supervisión, organización y dirección del trabajo. Su obsesión por el tiempo productivo lo llevó a trabajar el concepto de cronómetro en el proceso productivo, idea que superaría a la de taller, propia de la primera fase de la revolución industrial Esta organización del trabajo transformó a la industria en los siguientes sentidos:
· Aumento de la destreza del obrero a través de la especialización y el conocimiento técnico.
· Mayor control de tiempo en la planta, lo que significaba mayor acumulación de capital.
· Idea inicial del individualismo técnico y la mecanización del rol.
· Estudio científico de movimientos y tiempo productivo.




b) El trabajo en Cadena ("Fordismo").

Aplicado con éxito en las fábricas de automóviles de Henry Ford significa la máxima especialización, la optimización del trabajo y los rendimientos, abaratando mercancías y acercándolas a los consumidores.
Se refiere al modo de producción en cadena que llevó a la práctica Henry Ford; fabricante de coches de Estados Unidos. Este sistema que se desarrolló entre fines de la década del 30 y principios de los 70, supone una combinación de cadenas de montaje, maquinaria especializada, altos salarios y un número elevado de trabajadores en plantilla. Este modo de producción resulta rentable siempre que el producto pueda venderse a un precio bajo en una economía desarrollada. Sus características eran las siguientes:
· Organización del trabajo diferenciada (aumento de la división del trabajo)
· Profundización del control de los tiempos productivos del obrero (vinculación tiempo/ejecución)
· Reducción de costos y aumento de la circulación de la mercancía (expansión interclasista de mercado) e interés en el aumento del poder adquisitivo de los asalariados (clases subalternas a la élite)
· Políticas de acuerdo entre obreros organizados (sindicato) y el capitalista.

Nuevas Formas de Capital, La formación de un mercado de extensión mundial,

Nuevas Formas de Capital.

Si los pioneros de industrialización se habían financiado en gran medida con capital familiar, las nuevas necesidades impulsaron la búsqueda de nuevas fuentes de financiación:

a) La concentración empresarial.




La figura del pequeño empresario que se autofinancia va a permanecer en países como Gran Bretaña, Francia o Bélgica, pero lo normal es que la nueva realidad, y la creciente necesidad de capitales para la investigación científica y la inversión en máquinas y nuevas tecnologías, generen una concentración de las empresas en países como Alemania o Estados Unidos. Las tres causas que llevan a este proceso de concentración son: la complejidad de las técnicas que aumenta el costo de las máquinas, el aumento de la rentabilidad tras la concentración, y la mayor resistencia frente a las crisis del capitalismo, es más fácil que quiebre una empresa pequeña que una grande.
La concentración empresarial podía ser de dos tipos: horizontal o vertical. La primera se producía por la asociación de empresas con la misma actividad productiva, por ejemplo la alianza entre varias empresas automovilísticas, es un tipo de asociación débil, normalmente se basa sólo en ponerse de acuerdo en los precios para controlar el mercado, a esto también se le llama Kartell. La concentración vertical era la fusión de empresas de diferente fase productiva como por ejemplo una industria de automóviles, con una de neumáticos, es una unión más fuerte que la anterior y a veces se trata de una misma empresa que crea filiales suyas en las distintas etapas productivas, esto se llama Konzert o truts. Como vemos las asociaciones de empresas crean empresas más grandes que llegan a controlar en muchos casos el mercado de un determinado producto, se llega así al monopolio de un producto, algo contra lo cual se oponía el principio de libre competencia del liberalismo económico que se dio en la I Rev. Ind., y algunos gobiernos como el de Estados Unidos lanzaron las famosas leyes antitruts.
Para que estos grupos empresariales vendieran era necesaria una demanda grande pero para eso los precios debían ser muy bajos y sólo ellos los podían garantizar, entre otras cosas por la utilización por primera vez del trabajo en cadena, de esa manera quebraban las pequeñas empresas y ellos se hacían con el mercado, para el consumidor era una ventaja, pero una vez que el mercado estaba en sus manos ya podían poner el precio que quisiesen pues no existía la competencia.


b) Las sociedades por acciones y la concentración bancaria.


Para lograr financiar la industria se debía tener un gran capital, a menudo las empresas se financiaban al realizar una ampliación de capital y emitir acciones que se compraban y se vendían en la bolsa, surgen así las sociedades por acciones en las que el dueño no es uno sólo sino el que posee la mayor parte de las acciones. El papel de los bancos va ser también importante ya que son ellos los que disponen de grandes capitales para comprar las acciones de las empresas que salen a la bolsa. Los bancos van a sufrir también un proceso de concentración importante y se van a realizar fusiones que van a acabar con los pequeños bancos surgiendo en esta época grandes grupos bancarios como la Societé Generale de la Banque en Francia, el Deutsche Bank en Alemania, la Banca Morgan en Estados Unidos.
Gran Bretaña será el país donde la estructura bancaria esté mejor organizada y los bancos se dividirán en bancos comerciales donde el ahorro privado se canalizaba hacia inversiones a medio plazo, y bancos industriales con fondos propios que financiarán la industria y con beneficios a largo plazo.

La formación de un mercado de extensión mundial.

La globalización de la economía se produjo como consecuencia de la necesidad de materias primas y el control de nuevos mercados donde vender los excedentes industriales. Las principales potencias se embarcaron en la conquista y control de amplios territorios en África y Asia, ampliando enormemente las relaciones comerciales y conduciendo a una universalización mercantil y financiera.
Sin embargo, las relaciones de producción se sustentaron en la desigualdad entre las potencias industrializadas (monopolizadoras de la tecnología y productoras de manufacturas) y las áreas no industrializadas (proveedoras de materias primas y mano de obra). Este rasgo fue clave en el fenómeno del Imperialismo.
Por otra parte, la competencia colonial entre los países imperialistas se materializó en conflictos que ocuparon buena parte del siglo XIX y los comienzos del XX, hasta culminar en el estallido de la Primera Guerra Mundial.

Aspecto Social

I) Aspecto Social

La industrialización que se originó en Inglaterra y luego se extendió por toda Europa no sólo tuvo un gran impacto económico, sino que además generó enormes transformaciones sociales.

A) Proletariado urbano.

Debido a la revolución agrícola y demográfica, los campesinos emigraron de forma masiva a la ciudad; el antiguo agricultor se convirtió en obrero industrial. La ciudad industrial aumentó su población como consecuencia del crecimiento natural de sus habitantes y por el arribo de este nuevo contingente humano.
Esto se vio agravado por la mentalidad de la época, que consideraba que el trabajo humano no era distinto del de una máquina o un animal, es decir, que estaba totalmente regulado por la ley de la oferta y la demanda.
La carencia de habitaciones fue el primer problema que sufrió esta población marginada socialmente; debía vivir en espacios reducidos sin las mínimas condiciones, comodidades y condiciones de higiene. A ello se sumaban largas horas de trabajo, en las que participaban hombres, mujeres y niños que carecían de toda protección legal frente a los dueños de las fábricas o centros de producción. Este conjunto de males que afectaba al proletariado urbano se llamó la Cuestión social, haciendo alusión a las insuficiencias materiales y espirituales que les afectaban.
La reacción de los obreros o "proletarios" ante esta situación fue violenta y se materializó en la huelga y en la creación de nuevas organizaciones gremiales (sindicatos, sociedades de resistencia y socorro, etc.)

a) Condiciones de trabajo.

Reducir a esclavitud a la clase obrera y organizar la vida de las fábricas, la disciplina y el régimen de trabajo, según un esquema más próximo al programa de vida de la cárcel que al del taller, fue el criterio general del empresario capitalista del siglo XIX.
La concentración de mano de obra en las fábricas hizo nacer nuevas exigencias en la organización del trabajo. El artesano o el productor del taller familiar rechazaban el nuevo sistema de producción fabril. Las máquinas alimentaban sus sospechas de amenaza de paro, los largos horarios, los duros programas de trabajo y la disciplina impuesta por los capataces les repugnaban en cuanto mermaban su libertad. Más tarde serían aplastados bajo el peso de los monopolios. Fueron los más pobres, los trabajadores del campo y los pequeños propietarios rurales, arrojados hacia las ciudades por las leyes de cercados o las transformaciones en la explotación agrícola, quienes se vieron obligados a contratarse en las fábricas. Los niños “asistidos” por las parroquias lucren preparados y obligados desde allí a sumarse a las primeras oleadas de este nuevo proletariado.
Cuando, a principios del siglo, los fabricantes ingleses acudieron al gobierno para excusar el pago de impuestos debido a los “elevados salarios” que demandaba el obrero, VVilliani Pitt les contestó: “Coged a los niños”. En un discurso en el Parlamento, William Pitt les declaró textualmente:
“La experiencia nos ha demostrado lo que puede producir el trabajo de los niños y las ventajas que se pueden obtener empleándolos desde pequeños en los trabajos que pueden hacer”
La legislación inglesa y la Iglesia anglicana defendieron a ultranza la contratación de niños. Los administradores de impuestos de pobres mandaron grupos de niños lejos de sus padres.
Los ritmos de trabajo eran excesivamente duros. La estrecha vigilancia de los capataces imponía toda suerte de arbitrariedades, desde castigos económicos, como pago de multas, hasta castigos físicos. La vigencia de la tortura en las primeras concentraciones fabriles fue un hecho constatado en la literatura social de la época.
Los horarios de trabajo del obrero del siglo XIX oscilaban entre las catorce y las dieciséis horarias. En muchas fábricas se edificaban cobertizos al pie de las naves de trabajo, donde dormían hacinados cientos de hombres, mujeres y niños durante escasamente cinco horas diarias.
Además los obreros se hallaban a merced de todo tipo de enfermedades.
Las revoluciones de 1830 a 1848 sacaron a la luz pública situaciones increíbles sobre la vida cotidiana del proletariado. Documentos como los de Villarmé, en su Cuadro sobre el estado físico y de los obreros, florecieron en los flujos y reflujos de los primeros movimientos populares. En él se denunciaban con las consecuencias de los salarios de hambre, las columnas de niños de seis a ocho años que a las cinco de la mañana recorrían enormes distancias para ir a los talleres. La inseguridad en el trabajo, agudizare todo en los comienzos del maquinismo, arrojaba altos índices de mortalidad laboral.

B) Burguesía industrial.

Al contrario del grupo anterior, los grandes empresarios fueron fortaleciendo su poder tato económico como social, consolidando así el sistema capitalista, caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción y la regularización de los precios por el mercado, de acuerdo por la oferta y la demanda.
En este escenario, la burguesía desplaza definitivamente a la aristocracia terrateniente y deja de ser considerada “inferior” basando su situación de privilegio social esencialmente en la fortuna y no en el origen o la sangre. Acreditados por una doctrina que defendía la libertad económica, los empresarios obtenían grandes riquezas, no sólo vendiendo y compitiendo, sino que además pagando bajos precios por la fuerza de trabajo aportada por los obreros.


C) Propuestas para remediar el problema social.

El problema social va a intentar soluciones en nuevos movimientos económico-sociales e incluso, institucionales.

a) El socialismo utópico.

Corriente idealista que nace durante la primera mitad del siglo XIX y cuyos representantes más importantes fueron Robert Owen, en Inglaterra y Saint-Simón, Charles Fourier y Blanc, en Francia. Su ánimo general fue la filantropía, tratar de dar solución a la "cuestión social" a través de fábricas colectivas, talleres nacionales y falansterios o "comunidades socialistas". Los socialistas utópicos no constituían pensadores de tendencias homogéneas, sino que eran animados por su buena voluntad individual, lo que explica en parte el fracaso de sus tentativas.

b) El socialismo científico o marxismo.

Karl Marx y Friedrich Engels analizaron el origen de la problemática social y proyectaron consecuencias a largo plazo de ella, elaborando una teoría al respecto. Estas ideas están trazadas substancialmente en Das Kapital (El capital) de Karl Marx, en que sostiene que la base y motor del desarrollo histórico es la economía (infraestructura) y que es complementada con el aparato jurídico-cultural (superestructura) que contribuye a consolidar un determinado sistema productivo.
Además, el marxismo sostiene que la sociedad capitalista será sucedida por un estado proletario en que desaparecerá la propiedad privada y con ella, la lucha de clases. Se plantea que en esta etapa la propiedad será colectiva o común (de ahí el apelativo "comunista") y, se ejercerá "la dictadura del proletariado".
Estas ideas fueron compendiadas en el Manifiesto comunista, distribuido en París en 1848, escrito por Engels y Marx.

c) Anarquismo.

Surge en la segunda mitad del siglo XIX, y sus principales representantes fueron Proudhon y Bakunin.

Se trata de un socialismo radical extremista que niega la existencia del Estado, el cual debe ser destruido aún a costa de la violencia.

d) Doctrina Social de la Iglesia.

La doctrina católica no fue inmune a los problemas sociales ni tampoco al marxismo.
En el año 1864, Pío IX condenó en su Syllabus el materialismo histórico y el marxismo. En 1891 apareció la encíclica Rerum Novarum del papa León XIII, en la que se rechazó el conflicto de clases sociales y condenó el abuso de los patrones. Con esta Encíclica se inició la Doctrina Social de la Iglesia, que recalcó el valor y dignidad del trabajo humano, el respeto a la propiedad privada y la necesidad de las asociaciones de trabajadores. En 1931, esta doctrina se vio complementada con la encíclica Cuadra gessimo Anno de Pío XI (que condena al liberalismo económico y al comunismo); en el concilio Vaticano II también se abordó el tema de las relaciones capital-trabajo.
A continuación, un fragmento de Rerum Novarum: « (...) Si el obrero presta a otros sus fuerzas a su industria, las presta con el fin de alcanzar lo necesario para vivir y sustentarse y por todo esto con el trabajo que de su parte pone, adquiere el derecho verdadero y perfecto, no solo para exigir un salario, sino para hacer de este el uso que quisiere (...) ».